La crisis según San Francisco

Ríete de la crisis, de las madres, de la Guardia Civil y de todo lo que hemos cambiado los españoles desde 2001 hasta la actualidad en Teatro Maravillas. Un irónico y gamberro repaso a la sociedad que nos rodea desde la peculiar óptica de Enrique San Francisco. Señores y señoras, ¡la diversión está servida!

La crisis según San Francisco es un espectáculo de humor protagonizado por Enrique San Francisco que recupera los mejores momentos del su anterior montaje estrenado 2001 e incorpora los cambios que han llegado a nuestra sociedad desde entonces.

Quizá parezca que fue ayer, pero ha habido muchos. Piensen, por ejemplo, que en 2001 no había facebook, que el teléfono más deseado por todos era el Nokia 3310 y que a la unión de dos personas del mismo sexo no se le llamaba matrimonio sino relación.

¿Más cambios? Seguro que el que les contaré ahora también les suena les suena. En 2001 tampoco había crisis. Perdón, crecimiento negativo. Y se pagaba en pesetas. ¿Tendrá que ver una cosa con la otra? Lo sentimos pero nosotros no tenemos ni puñetera idea. Eso pregúntenselo a cualquier gurú de la economía y les dirá lo mismo: que no tiene ni puñetera idea. No con estas mismas palabras, pero el mensaje será idéntico.

¿Podemos hablar entonces de un espectáculo nostálgico? No precisamente, sino que es más bien un repaso ácido, gamberro y descreído a todo lo acontencido hasta el 2013. Y también a nosotros. Sin embargo, también repasaremos algunos de los temas clásicos que ya tocamos en el 2001, como las madres, La Guardia Civil o los velatorios, que perduran en el tiempo, a pesar de la crisis.

Hablaremos también de Dios. Él sí que ha sido testigo de muchas más crisis de las que podremos ver ninguno de nosotros, gracias a Dios. Por cierto, no apaguen sus smartphones. Déjenlos encendidos para que cuando suene el tono de llamada el mundo entero sepa lo modernos que son.  Y ténganlos en la mano para que todos nos demos cuenta de que, a pesar de la crisis, en lo que a nuestro teléfono móvil se refiere no hemos reparado en gastos.

Feliz función.