Bélgica es un país de mucho orden en medio de contrastes interesantes, con ciudades de vida intensa como Bruselas o lugares mágicos y de ensueño como Brujas. Principalmente se divide en tres regiones: la flamenca, la valona y Bruselas capital. Y se hablan tres idiomas, alemán, neerlandés y el francés.
Bruselas es la capital de Flandes, de Bélgica y de Europa, ¡casi nada! Cosmopolita y multicultural, es una ciudad siempre de moda que
ha sabido conservar un estilo propio. En sus calles reina una atmósfera
acogedora y familiar que le da a sus barrios un aire de pueblo grande. A
esta ciudad, se la conoce sobre todo por su sorprendente Grand-Place,
el Atomium, sus edificios Art Nouveau y Art Déco y el peculiar Manneken
Pis. ¡No puedes irte de la ciudad sin conocerle! Además es conocida como
la ciudad verde, así que ya te puedes imaginar que encontrarás muchas
zonas para desconectar y respirar aire puro. De ella te encantarán sus
fachadas coloreadas, su riquísimo chocolate y por supuesto sus cervezas,
consideradas por muchos como las mejores del mundo. ¡Salud!
Valonia,
la región del sur, sorprenderá a los amantes de la naturaleza, de los
castillos y de las abadías cerveceras. Sus ciudades mayores, Tournai,
Mons, Namur y Lieja, forman un conjunto que ilustra la rica historia de
esta zona, un espacio de demarcación entre el mundo latino y germánico.
Flandes es
la región que reúne toda la belleza y el interés cultural de Bélgica,
con ciudades tan emblemáticas como Amberes, Brujas, Gante, Lovaina y
Malinas. Déjate sorprender por sus grandes tesoros de la edad media, su
gastronomía, sus bellos canales y el aire artístico que desprenden.
Amberes es
alegre por sí misma, medieval por sus calles, renacentista por sus
monumentos y animada por su vida nocturna. Destacan la Plaza Mayor, la
catedral de Nuestra Señora, el Museo Real de Bellas Artes, la Casa de
Rubens, y por supuestísimo todo lo relacionado con la cerveza, el
chocolate, ¡y los diamantes! La ciudad tiene el mayor centro
comercial de diamantes del mundo. Así que si quieres que alguien te haga
un regalito... ¡ya sabes!
Brujas parece salida
de un cuento de hadas. Sus canales y su casco histórico, declarado
patrimonio de la humanidad por la Unesco, tienen buena culpa de ello.
En ella respirarás magia y romanticismo, y te dará la sensación de
hacer un viaje al pasado. Destacan la Plaza Mayor, con el Palacio
Provincial y el monumento de la Atalaya, la Basílica de la Santa
Sangre, la Catedral de San Salvador y la Iglesia de Nuestra Señora. Y
como cosa curiosa, no te pierdas un museo único en el mundo: ¡El museo
de la patata frita!
Gante destaca por la
belleza natural de sus ríos, por su intensa vida cultural y por su
encanto medieval. Es la ciudad flamenca con mayor número de edificios
históricos, imponentes construcciones que contrastan con las pequeñas
callecitas del casco histórico. Su símbolo más representativo son las
tres torres, que corresponden al campanario de la Catedral de San
Bavón, a la Atalaya y a la torre de la iglesia de San Nicolás. Seguro
que te gustarán el Graslei (muelle de las herboristas) y el Korenlei
(muelle de los graneros), ¡tienen mucho encanto!
Lovaina es
la ciudad universitaria de Flandes por excelencia, y lógicamente tiene
muchísimo ambiente juvenil y una animada vida nocturna. Destaca la Plaza
Mayor, con edificios del siglo XV. En ella se encuentran la Iglesia de
San Pedro y el Ayuntamiento, una obra maestra del gótico brabantino.
Gran parte del centro de la ciudad está cerrada al tráfico, por lo
que es ideal para pasear o ir en bici. Con el buen tiempo las terrazas
se ponen a tope de estudiantes y locales con ansias de beber la riquísima cerveza de la zona. ¡Tienes que probarla!
Malinas está
en el corazón de Flandes, y es la capital eclesiástica de Bélgica. Es
conocida como la ciudad de los carillones, los tapices y el curioso
Museo del Juguete. Destaca la Plaza Mayor, llena de edificios históricos
con suntuosas fachadas. Está dominada por la estatua de Margarita de
Austria, y su edificio más imponente es el Ayuntamiento, situado en el
antiguo Salón de los Tejidos. Muy cerca verás la Catedral de San Rumoldo
con su imponente torre, una de las más bellas de Flandes. Una zona muy
curiosa de la ciudad es el Groen Waterke (agua verde), un riachuelo
cubierto por lentejas de agua.